jueves, 23 de agosto de 2012

Así lavaba, así, así...

Este año sé que no escribo con la frecuencia de otros años: tanto cambio de domicilio, falta de conexión a internet, y las visitas a un lado y a otro; hacen que a veces no pueda coordinar las variables tiempo-ordenador-internet para escribir. De todos modos llevo un par de días pensando en que hay una entrada típica que podría apostar que quien me conoce, lo echaba de menos: la operación limpieza.

La operación limpieza (para aquellos que son nuevos en este sitio) se podría resumir como el conjunto de acciones encaminadas a hacer limpieza general en la casa (generalmente lo hago al principio de llegar a un sitio nuevo, compra de productos en el supermercado...) y la ropa (lo que todos llamamos "hacer la colada" o "poner y colgar una lavadora"). 

Con respecto a la colada, hace años que me había soprendido el que en otros países se estilaran las lavanderías  y descrubrirlo fue un mundo de aventuras y anécdotas para mi. Desde eso (que fue allá por el 2008) los años siguientes estuve en casas en donde había lavadoras y me ahorraba el tener que andar de un lado a otro con la ropa sucia... Este año estoy reviviendo una especie de Déjà vu.

La primera semana con tanto cambio y protesta de casa la verdad que no tuve demasiado problema. Vivía prácticamente de "okupa" en una casa que no es la mía y donde me dieron todas las facilidades del mundo: internet, cocina, lavadora... La vida era fácil. 

La segunda semana cuando ya me instalé en "mi casa" y las existencias de ropa empezaban a escasear, me di cuenta de que entre otras muchas cosas, en la casa no se contemplaba el tener una lavadora (ya empezamos). Me puse a investigar y le pregunté a una chica que vivía en mi piso que cómo hacían para lavar la ropa... y me dijo que no sabía, que ella lo hacía todo a mano. Y yo en ese momento me veía ya comprando una tabla de estas de madera tradicionales y un taco de jabón lagarto...

Seguí investigando y me enteré de que en el edificio había lavadora (me lo imaginaba al estilo serie americana: planta subsuelo del edificio tipo lavandería y donde la gente socializa mientras espera que acabe la lavadora). Así que se me dio por ir en busca de la lavadora... Salí de casa, llegué al portal, y me di cuenta de que no había escaleras hacia ningún sótano.

Volví a preguntar a esa chica que lavaba a mano si sabía dónde estaba la lavadora... Y ¿dónde estaba según ella? Pues al parecer la lavadora estaba dentro de una casa, pero que no sabía en cuál, y tenía que llamar a todos los pisos para ver dónde estaba... Si la primera cara que puse fue de estupefacción, ahora ya iba por la expresión de "cara desencajada". Es decir, esta chica que no sólo lava todo a mano (lo cual demuestra que tiene una paciencia infinita) me estaba diciendo que tenía que ir a la busca y captura de una lavadora.

Así mientras tanto la semana dos fue pasando y mi ropa limpia se iba consumiendo, acabé comprando algo en el Primark. De manera más o menos puntual tuve que volver a abusar de mi situación de "okupa" si no quería ir como dios me trajo al mundo por la calle y de vez en cuando me lavaban una camiseta, un pantalón...

Al inicio de la semana 3 dije que aquello no podía ser... Que la lavadora tenía que aparecer por algún lado. Salí de casa... y se me dio por mirar si en las terrazas que dan al portal, había alguna lavadora. La primera puerta de la que tiré estaba abierta y allí estaba!, no sólo la tan preciada lavadora, sino también una secadora. Problema ¿y aquí dónde se le mete el dinero? Porque claro, la cosa no es gratuita... Mis nuevas investigaciones me llevaron a ver que la lavandería funciona con unas monedas especiales al "módico precio" de 2 libras la lavadora, y 1 libra la secadora (lo que se puede considerar un atraco). Para conseguir las monedas tienes que hablar con una especie de supervisora de los pisos y ella te las vende (mafia, esto es una mafia). Esa semana conseguí hablar con esa señora sin problema y hacer mi primera colada (yuju!!).

Ahora que estoy a punto de irme (me vuelvo el domingo) he tenido que empezar a mentalizarme con el tema de preparar la maleta para volverme. Entre los preparativos previos se incluye el lavar toda la ropa, plancharla (pues si no, no cabe). Y empezó de nuevo mi odisea. Tengo todo lo necesario: una lavadora y jabón de la ropa... Pero llevo desde el viernes intentando localizar a la señora para que me venda las monedas y no hay manera. Me planteé llevar toda la ropa sucia, y esto no sería un inconveniente si no fuera porque no tengo más ropa limpia que ponerme (y me niego a comprar algo más sólo porque esta señora no aparezca). Por las escaleras me encuentro al de "mantenimiento" y limpieza del edificio, le pregunto si tiene él monedas, si sabe cómo localizar a la supervisora... Y me dice (en un perfecto italiano porque no habla inglés) que no, que ella no está y que si quiero monedas me tengo que ir a la agencia (que a esas horas ya está cerrada, porque claro, son las 5 de la tarde, y eso aquí es muy tarde).

Tras 5 días intentando localizarla (en casa, llamándola al móvil que nos han dado de contacto y que está apagado...) volví a los orígenes de okupa. Muy amablemente me han dejado venir a lavar la ropa aquí... Esto se ha traducido en tener que cargar con una montaña de ropa (hoy le ha tocado a la sección "color") metida dentro de una maleta de mano (también prestada) por medio Londres (para que os hagáis una idea es 1 hora de metro + 5 minutos de autobús). 

Cuando he llegado y me disponía por fin a lavar... nos hemos dado cuenta de que el detergente se había terminado (no sé si esto es un señala para que queme directamente la ropa y me ahorre el hacer la maleta). Así que por la hora (que ya estábamos en las 8 de la tarde) y porque ir-volver al supermercado me lleva otra media hora, hemos decidido ser un poco criminales y "robar" un poco de jabón a otro inquilino. El hurto se llevó con el máximo de los cuidados tratando de no dejar huellas. La víctima elegida fue aquella que tenía el jabón en un bote opaco y que no se puede saber cuánta cantidad tenía antes y cuánta después.

La ropa ya está oliendo a limpio en el tendal, sólo queda que mañana luzca un poco el sol antes de que yo me tenga que ir... y que al menos una de las camisetas esté lista para poder vestirme, pues si no me veo paseando por Londres "al natural".

El caso es... que si hace años me quejaba por no tener una lavadora en casa y tener que pasearme dos calles hasta una lavandería, eso ahora me parece una maravilla en comparación con tener una lavadora que no puedes usar y tener que irte a tropecientos kilómetros, porque oh, sorpresa... tampoco he encontrado lavanderías al lado de casa. La ventaja es que al menos en esta casa "okupa" también me han invitado a cenar (de echarle cara... hacerlo ya al completo). 


2 comentarios:

Ceni dijo...

La opción lavado y limpieza siempre te da juego...jiji.

Fany dijo...

Lo de la lavadora es más como una película de James Bond!!Jaja. Lo cierto es que no tendrías precio si escribieras una guía para turistas sobre cosas que te pueden pasar en un país extranjero, sería de gran utilidad. Además, siempre tienes finales felices y soluciones (me gustó lo del bote de jabón del que no se puede saber que medida tiene para coger un poquito,jiji) En el próximo viaje te llevas mi tabla de madera de lavar,con la consiguiente pastilla de jabón LAgarto,jaja.