lunes, 30 de julio de 2012

Fin de semana con tiempo inestable: sol, lluvia y temperaturas variables.

Como no, un año más la misión maleta se convirtió en un quebradero de cabeza. Finalmente creo que conseguí meter todo lo que puedo necesitar durante el próximo mes. Y digo "creo" porque tantos veranos con la costumbre de irme al sol, que no sabía qué cosas hay que meter cuando te vas a enfrentar al tiempo inestable veraniego. La maleta y yo tuvimos unas cuantas palabras (el momento en el que decidió que no quería cerrar creo que le dije de todo). Y habrá quien diga que es que no sé hacer una maleta, pero juro que no es el caso (bueno, en parte sí...). Para que os hagáis una idea, el viernes y el sábado hizo un sol de justicia (por un momento hasta me visualicé yendo este mes a la playa), mientras que el domingo nos levantamos con un día expléndido, seguido de una lluvia de esta que toca la moral (por lo que el chuvasquero me vino fantástico) y por último lluvia intensa acompañada de paraguas (el cual ha fenecido en la primera apertura, fue bonito mientras duró).

En cuanto a las cosas que he podido hacer, más o menos ha ido en sintonía con las variaciones del tiempo (y es que las cosas se empezaron a ensombrecer hasta que finalmente ayer por la tarde la cosa se puso negra). Mis ansiadas llaves de mi piso y mi etapa de vivir en una habitación que conmigo parece un asentamiento gitano (porque dejo todo por el medio, aunque estoy mejorando) parecía que se iba a acabar.

El día anterior había ido hasta la zona de la agencia para saber cómo llegar (ya que vine con tres días de antelación podía permitirme esos lujos). El sitio en donde se encontraba ubicada la agencia tuvo que hacerme sospechar (una calle medio oculta entre un par de arcos) que aquello pintaba mal. Al día siguiente, cuando ya iba por las llaves tuve que soportar la lluvia, pagar un cargo adicional de 20 libras porque me atendieran en domingo (es muy simpático el hecho de que realmente te obliguen a recoger las llaves un domingo, sí o sí), piso número 13 (y si hasta ahora decía que no creía en supersticiones, igual empiezo a cambiar de idea). Además, el responsable que estaba en la agencia me ofreció muy amablemente que si quiero puedo devolverle las llaves el día anterior a irme para que no tenga que madrugar tanto el domingo, que sin problema, que lo único que tendría que dormir con la puerta abierta. Ahí creo que mi interior lo empezó a mandar a la ***** Era lo que me faltaba, pagar la habitación a precio de oro una noche de más sólo porque a este no le apetece ir a recoger las llaves un domingo.

La zona supuestamente "buena" puede dar buenas vibraciones: casas de ladrillo tradicionales, etc. Pero esto es lo de siempre: llegas, te emocionas con todo lo que estás viendo y... caes en picado al toparte con la realidad.

La habitación para que os hagáis una idea es como una celda de la serie de PrisonBreak (y ahora buscando fotos en internet me doy cuenta de que llamarle celda a mi habitación es todo un halago para las 4 paredes que tengo). Para empezar entras y lo único que te encuentras es una cama de 80 cms (yo creo que eso no llega a 90), una cajonera y una mesilla (sacados de un outlett de Alcampo) además de un armario en donde miré si había algún monstruo de la película de Monstruos S.A. Además tengo una maravillosa tele con su TDT incorporado (para esto podéis aplaudir) y una lámpara de mesilla de noche que no puedo encender porque sopresa: sólo hay dos enchufes, así que o ves la tele o lees un libro).

Es importante también añadir que tengo una silla de estas plegables, pero realmente no sé para qué la quiero si total no tengo escritorio, así que o la pongo de estantería o si no como silla de pensar (como cuando te castigaban en la guardería). Al menos el alféizar de la venta es un poco ancho, igual me cabe allí un block de notas, poco más.

Y todo esto, ¿en qué espacio?, pues en algo que seguramente no sea mucho más que vuestro baño. En proporción mi hamster en su momento tenía más sitio en su jaula que yo en esa habitación. No sé si subirme yo también por las paredes.

Con respecto al resto de la casa, llegamos al momento de la cocina... aparentemente normal hasta que abres la nevera y dudas si meter allí cualquier sustancia comestible por miedo a que se te contamine (si sanidad pasa por allí se pone las botas a multas). No sé qué clase de gente ha vivido o vive allí (porque hay otras tres habitaciones) pero es de esa que deja la comida abierta y todo sin limpiar. Después estuve pensando que no voy a tener problemas con lo de la comida, ya que total, no hay supermecados en estos barrios tan pjiguays (se ve que los pijos no comen, y si lo hacen tienen a alguien que les lleva la comida a casa).

La terraza, yo que me había acostumbrado a ver esas terracitas bonitas de las casas londinenses, con sus jardincillos y su árboles.... Pues no, se trata de una terraza (tradicional, de estas de las nuestras) en donde piensas que se te puede desintegrar la suela de los zapatos, eso sí, tiene un metro de cuerda (para cuatro personas) y una maleta vieja allí medio tirada.

Viendo el panorama, decidí no quedarme allí a dormir bajo ningún concepto. Así que me volví a mi casa campamento en donde mis cosas todavía se quedarán un par de días hasta que me encuentren algo, que mínimo, no me de escalofríos.

Así que aquí estamos, pasando soles, lluvias y demás tomentas y tormentos; aunque por momento hay veces que sí sale el sol.




Las apariencias, engañan. Un año sin pasar por aquí y cuando vuelvo me encuentro esto patas arriba. A simple vista todo sigue igual (el aspecto del blog es el mismo), sin embargo cuando entras en las profundidades del mundo bloggeril (palabra que me acabo de inventar) no he encontrado nada al derecho. A estas horas estoy incluso investigado si esto que escribo, podrá ver algún día la luz o todo esto se lo comerá internet y, quién sabe, a lo mejor acaba viajando tal cual sonda espacial y lo lee un marciano :).

En fin, que a partir de ahora asumiré como mío el lema de que "la vida es riesgo" y este año me he decidido cambiar de aires y de vida: nuevo blog, nuevo país (atrás se ha quedado durante al menos este año mi ya casi familiar Costa Azul), nuevo idioma. Ha sido una decisión bastante meditada (de hecho el agosto pasado decidí que mi nulidad en el inglés se iba a terminar durante 2012, sí o sí), y el camino hasta aquí no ha sido fácil. En la última semana he pasado por tantos "incidentes" (una lavadora y un hamster que pasaron a descansar en paz, familia, una visita de urgencia al dentista el mismo día que me tenía que venir...) que me he llegado a plantear si tenía que venir o si realmente era una señala para cancelarlo todo).

El caso es que ahora ya estoy aquí. De momento en modo "asilo político" en lo que parece la embajada italiana (si es que a mi eso de la interculturalidad me va). El domingo puedo ir ya a recoger las llaves de mi casa y por fin deshacer la maleta (que sobrevivir con ella así llena no es lo mismo, necesito invadir espacio, y colonizar espacios ajenos tampoco es de recibo).

Espero mantenerlos infomados :-) si la conexión a Internet me lo permite. Queda oficialmente inaugurado este rincón Abierto por Vacaciones.