sábado, 17 de agosto de 2013

Hace un par de años puede demostrar que eso de las ñapas se me daba bastante bien... Podríamos decir que era una persona con recursos vaya. Este año sigo en las mismas pero sólo a tiempo parcial (la otra mitad del tiempo más que arreglar las cosas puedo llegar a cargármelas).

El caso es que si bien un día me lucí con el truco del aceite para arreglar cerraduras y otro arreglé perfectamente una puerta del mueble de la cocina (no voy a contar que se estropeó de nuevo al cabo de un par de días en el que tuve que pedir ayuda) hay un campo que he comprobado que no es lo mío: la electricidad.

Es curioso que eso de la electricidad no se me dé bien ya que en mi casa lo hemos visto desde pequeños... Pero yo no he pasado del nivel básico: cambiar una bombilla estándar. Y resalto lo de "bombilla estándar" que para mi son todas aquellas bombillas con una rosca de este tipo.
 
Y vosotros os preguntareis... ¿es que hay algo más que eso? Y yo os contesto: sí, concretamente una tienda de no sé cuántos metros en los que te pierdes entre estanterías y estanterías de diferentes formas, tipos y materiales hechos bombilla.

Todo empezó cuando se estropeó la luz del jardín y me pidieron que fuera a por una bombilla. Allá me voy yo con el "cadaver" de la bombilla a la tienda de bricolaje y compruebo con horror que todas son parecidas. como no tenía ni idea de cuál tenía que comprar mandé un par de mensajes y fotos (¿cómo hemos vivido sin whatsapp hasta ahora?) para ver cuál me llevaba. Tras un largo silencio (¿para qué narices sirve el whatsapp si cuando más lo necesitas no te contestan?) decido comprar la más barata marca de la casa (que no están los tiempos para gastos extra). Así que por el módico precio de 4libras me llevo 2x1 (si es que encuentro unos chollos...).

Allá llego a casa: desconectar la luz (cuestión de seguridad), subirse a una escalera (que como buenos españoles uno se sube tal cual cabra y el otro con la mirada desde abajo hace que la escalera no se mueva)... Y aquello que se enciende... pero que luego no funciona. ¿Cuál es la primera hipótesis que generamos? En primer lugar se comprueba que la bombilla no está fundida... pero al final como la cosa no va, decidimos cambiar la bombilla (por si no ajustaba bien o algo). Pero la luz sigue sin funcionar. 

Así que vamos a la hipótesis dos: se revisa la instalación y nos damos cuenta (bueno, yo no, que estoy abajo controlando con la mirada que la escalera no se mueva) de que los cables están algo oxidados. Hay que cambiar el conector.

Nuevo viaje a la tienda donde compramos de todo: conector nuevo, cinta aislante, destornillador apropiado y una cajita para meterlo todo y protegerlo de la lluvia. Además de una bombilla nueva marca "guay".

Volvemos a casa, se cambia la instalación... y aquello que sigue sin ir. El paso siguiente ya estaba siendo comprar una lámpara nueva y a tomar por saco.

Al final una inspiración divina se le da por abrir el enchufe: claro, es que está viejo... igual hay que cambiarlo. Y ¡oh sorpresa! que dentro hay un fusible. Se cambia el fusible de un enchufe por uno viejo de una tostadora que no se utiliza (para salir del apuro está bien) y todo va como la seda.

¿Qué pasó entonces? Pues que cuando se va a comprar una bombilla hay que fijarse no sólo en la forma sino también en la potencia, porque si compras de más o de menos lo que acabas es haciendo que al poner la bombilla equivocada... te cargues los fusibles (es o el fusible o que arda la instalación). Y eso fue lo que pasó, que por querer ahorrar dos libras acabamos gastando otras 12 en rehacerlo todo (y evidentemente no fui yo quien lo arregló). Eso sí, ahora en el patio a las dos de la mañana tienes tanta luz que podrías coser lentejuelas sin forzar la vista ni un ápice.

OBSERVACIONES: en mi defensa diré que la bombilla que me llevé a la tienda no traía ninguna inscripción ni del voltaje ni de nada y oye... ciencia infusa por el momento yo no tengo, el formato era el mismo. 

2 comentarios:

Fany dijo...

Pero mira que trabajas y aprendes allá!! Que conste que lo de las bombillas sí es un mundo aparte y no te quiero yo contar en Londres, donde todo lo tienen en gran tamaño y el idioma no ayuda. Vamos, que te conviertes en una experta!! jaja.Mucho ánimo, si es que puedes con todo

Rony dijo...

Estuve por sacarle una foto a una tienda de bombillas, pero me di cuenta de que necesitaba o un objetivo super panorámico o tu ayuda... Así que casi espero a lo segundo y te vienes tú conmigo :-)