viernes, 10 de agosto de 2012

Las regla del "Parchís"

El verano pasado me dije: del próximo agosto no pasa, yo aprendo inglés. ¿Y qué mejor sitio para aprender inglés? Pues cualquier sitio menos Londres (que conste que me vine siendo consciente de ello). Aquí puedes encontrarte de todo, menos gente que hable inglés. 

Al final después de las mil y una aventuras con mi "cuarto trastero" llamado "habitación" conseguí mudarme a una habitación ya decente. Puedo moverme dos pasos sin chocar con nada, no tengo que echar a suertes si ver la televisión o cargar el móvil (es que antes tenía tan pocos enchufes que era o "a" o "b"), la ventana es más grande que la de un cuarto de baño... Lo único que me faltaba para que la casa fuera perfecta sería tener una piscina privada... Y sí, digo "faltaba" porque alguien se ha encargado de cumplir mi sueño.

Vivir compartiendo piso en un país extranjero tiene sus ventajas: 
  • Por un lado puedes aprender idiomas. En nni caso lo del inglés está siendo complicado, pero en dos semanas más que me quedan aquí creo que hablaré italiano de una forma bastante aceptable, y quien sabe si el koreano (larga historia pero uno de mis libros está en inglés y koreano), taiwanés y polaco. Esas son todas las nacionalidades con las que convivo.
  • Aprendes a compartir: que si yo te dejo la nocilla, tú compras la sal, el otro que del trabajo trae comida para todo el mundo (últimamente tengo la impresión de estar viviendo casi en un restaurante, puedo hasta elegir comida cada día!)  
  • Cada día es una sorpresa, y es que no sabes a quién te vas a encontrar cada mañana en la cocina (es lo que tiene que la gente vaya y venga con tanta frecuencia, las fiestas que se montan en la que bajan los otros vecinos a unirse y que casualmente son siempre italianos...).
Pero por otro lado, tenemos los mismos inconvenientes derivados de la regla del "Parchis" que consiste en que cada uno sigue algunas reglas... según se "juega" en su casa. Y esto es lo que provoca que cuando tú vas al baño a lavarte los dientes y otra persona se ha duchado antes, según entras te encuentras aquello que parece la piscina municipal, con una capa de agua que podrías poner a flotar un barquito de papel... Y así es como se cumplió mi sueño de la piscina en casa.  Afortunadamente la regla del "parchís" que se podría también atribuir a  que cada uno friegue los platos cuando más o menos le apetece no se está cumpliendo.

Y para el resto de la limpieza ya estoy yo, que no es que me lo pidan, pero es que quien me conozca de otros años ya sabe que la primera compra que hago cuando llego a un sitio nuevo es la de los mil y un productos para limpiar, y que cuando tengo que hacer algo que no me gusta (como estudiar) antes de nada me obsesiono con la limpieza, la organización de cajones, etc (hay... qué contenta estaba mi madre en mi época de exámenes cuando yo me pasaba el día mopa para arriba, mopa para abajo).





4 comentarios:

Ceni dijo...

;-)

Fany dijo...

Pues por lo que cuentas la habitación ha mejorado y eso es importante; lo de los idiomas es adaptación al medio,jiji, y tú ahí eres una esperta. Ya te veo el año que viene en Turquía aprendiendo idioma y costumbres. Y lo de la genial así no pasas hambre y conoces gatromonía tipica,jeje

Ceni dijo...

Fany,Rony el idioma del futuro es el chino......asi que......el proximo año necesitaras un kimono...jaja. ;-)

Rony dijo...

Jajajaja. Tomo nota, voy comprando kimono :)